“No quiero los recordatorios de siempre”. Ya os respondo con un: “¡Pues empezamos bien!”. Estáis en el lugar adecuado. Habrá gente nostálgica que aun opte por esa opción, la de las letras doradas. Si, esa. En ese caso, es posible que en alguna imprenta lo encontréis, o algo que se le parezca. Pero antes de…
¿Tenéis vuestro álbum de comunión a mano?. Yo si. Bueno, mi madre. Lo tiene guardado en el que llamo “el gran armario de los álbumes”. Y es que de vez en cuando me da por abrirlo y, cuando lo hago, me hace recordar que los tiempos cambian. Vaya si lo hacen. Cada vez más.